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La ansiada paz…

El Diccionario de la Lengua Española define la paz como: “Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países”, “Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos”, y “Estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud”.

El próximo jueves 21 de septiembre, el mundo conmemorará el Día Internacional de la Paz; este año, con el lema: “Acciones para la paz: nuestra ambición para los #ObjetivosMundiales”.

Se trata, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “de un llamamiento a la acción que reconoce nuestra responsabilidad individual y colectiva de promover la paz. El fomento de la paz contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y alcanzar dichos objetivos creará una cultura de paz para todos”.

Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas es lo que reza el objetivo 16 de estos ODS: “Los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia continúan suponiendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible”.

Para el Secretario General de ONU, António Guterres, “la paz es más necesaria que nunca. La guerra y los conflictos están provocando devastación, pobreza y hambre y desplazando a decenas de millones de personas de sus hogares. El caos climático afecta a todo el planeta e incluso los países en los que reina la paz se ven sacudidos por enormes desigualdades y polarización política”.

Así pues cabe preguntarse ¿cómo alcanzar en nuestro país el ansiado desarrollo sostenible, es decir, cómo satisfacer “las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” cuando hoy el panorama luce tan gris?

Si alguien tiene dudas al respecto, basta con revisar los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023 que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó la semana pasada, aunque estos muestren una ligera mejoría en algunos rubros del 2021 al 2022.

Y que alguien me explique, por favor, ¿cómo ser optimista, cuando del total de delitos ocurridos en 2022, el 92.4 por ciento no fue investigado, aunque esta cifra negra haya sido menor que en 2021 (93.2 por ciento)?

¿Cómo mostrar entusiasmo cuando del 69.3 por ciento de las denuncias en las que se inició una investigación, en 46.1 por ciento el resultado fue que “no pasó nada” o “no se resolvió la denuncia” y el 31.4 por ciento resultó “en trámite”; lo que significa que en el 77.5 por ciento de las denuncias no hubo ninguna conclusión?

¿Cómo no ser aguafiestas, si las causas para no denunciar fueron adjudicadas en un 59 por ciento a la autoridad; y entre los motivos más frecuentes estuvieron el que representa una pérdida de tiempo (31.5 por ciento); por desconfianza hacia esas autoridades (14.7 por ciento); y porque los trámites resultan largos y difíciles (8.8 por ciento)?

¿Cómo respirar armonía cuando la principal preocupación del 60.5 por ciento de la población de 18 años fue la inseguridad; el aumento de precios del 44.1 por ciento; y la salud del 30.5 por ciento?

¿Cómo irradiar dicha si el ¡75.6 por ciento de la población se sintió insegura en un cajero automático, el 65 por ciento en el transporte público, el 61.8 en la calle, el 59.7 en la carretera, el 51.2 en el mercado, el 49.9 en el parque, el 40.3 en el centro comercial, el 37.2 en el automóvil, el 29.6 en la escuela, el 26.4 en su trabajo y el 16.7 en su propia casa!?

¿Cómo sentir quietud cuando el 64.4 por ciento de la población atestiguó el consumo de alcohol en los alrededores de su vivienda, el 50.5 por ciento el consumo de droga, el 42.2 por ciento robos o asaltos frecuentes, el 34.9 por ciento la venta de droga, el 31.2 por ciento disparos frecuentes, el 25.4 por ciento pandillerismo o bandas violentas, el 23.3 por ciento riñas entre vecinos, el el 21.7 por ciento homicidios, el 20.9 por ciento venta ilegal de alcohol?

¿Cómo mostrar tranquilidad cuando el 62.3 por ciento de la población no permitió que sus hijos menores de edad salieran por miedo a que fueran víctimas de algún delito, el 47.5 por ciento dejó de usar cosas de valor, el 45.9 por ciento dejó de salir de noche, el 32.9 por ciento dejó de tomar taxis, el 31.9 por ciento ya no salió a caminar, el 29.2 por ciento dejó de visitar parientes y amigos, el 28.5 por ciento ya no llevó consigo tarjetas de crédito o debito, el 24.2 por ciento dejó de ir al cine, el 23.8 por ciento dejó de salir a comer, el 23.5 por ciento ya no usó el transporte público, el 22.2 por ciento ya no viajó por carretera a otro estado o municipio, el 21.6 por ciento dejó de ir a los estadios, el 16.7 por ciento dejó de ir a centros comerciales y el 14.4 por ciento ya no llevó consigo un celular?

…Y sin embargo, no debemos dejar de pensar en ¿qué hacer en lo individual para alcanzar la ansiada paz?

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