La marcha que realizaron el domingo miles de personas en apoyo a la Suprema Corte de Justicia derivó en choques entre manifestantes y críticos del máximo tribunal
Aunque se había convocado a una manifestación pacífica y los organizadores habían dicho que no se confrontarían con los integrantes del plantón que mantiene desde hace meses el grupo que exige la renuncia de la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, ayer la marcha convocada en apoyo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) terminó en violencia, cuando parte de los manifestantes atacó el plantón.
Cuando el contingente llegó al Zócalo capitalino, un centenar de ellos retiró la reja metálica que limitaba la plaza y se dirigió directamente a la puerta principal del máximo tribunal, empujando y gritando a quienes protestaban contra Piña.
Al grito de “la corte no se toca”, “la ley es la ley” y “todos somos Piña”, los manifestantes arrancaron las mantas que estaban pegadas en las paredes de la SCJN y arremetieron contra las carpas y tiendas de campaña del plantón, arrojando la ropa, utensilios y pertenencias de quienes ahí permanecían.
Incluso quitaron las 49 cruces blancas que, desde agosto del año pasado, habían colocado frente a la SCJN los padres de los niños muertos en el incendio de la Guardería ABC.
Después de más de 15 minutos de agresiones, se desplegó entre los dos grupos de manifestantes un cordón de elementos de la policía capitalina, la mayoría mujeres, con equipo antimotines.
Aun así, los de la marcha siguieron arrojando piedras y basura contra los miembros del plantón, por lo que finalmente se retiraron resguardados por los uniformados.
La protesta inició poco antes de las 10 y media de la mañana, desde el monumento a la Revolución, encabezada por el exsecretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño, y la lideresa de la asociación Chalecos México, Alejandra Morán.
