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¿Disfrutar sin despilfarrar? ¡Se puede!

Si nos preguntan por qué no ahorramos, quizá respondamos que “los sueldos son bajos y vivir es caro”. Nadie lo niega, pero podremos solucionar este problema enfocándonos en aquello que sí podemos cambiar: nuestros gastos, señala una especialista, de cara al Día Mundial del Ahorro, que se celebra el 31 de octubre

Si quiere controlar sus finanzas personales y sobrevivir a la inflación, la recesión y lo que venga, necesita aprender a disfrutar sin despilfarrar y a ahorrar dinero sin que “le cueste la vida”, señala Sara Ferrer, que aborda la educación financiera alejándose del lenguaje técnico de “expertos” y economistas.

Ferrer tiene formación en Administración y Dirección de Empresas y un máster en Tributación y Fiscalidad. Creó la cuenta @Sarafero, donde ofrece trucos de ahorro y consejos económicos, y comparte con la docente Soraya Gálvez su pasión por “simplificar ideas complejas” y conseguir que “todos podamos aprender educación financiera”.

Juntas han publicado el libro “Ahorra y vencerás”, que describen como “un ‘kit’ de supervivencia económica”.

Uno de los pilares de dicha supervivencia es aprender a disfrutar de la vida sin incurrir en gastos excesivos y superfluos, aseguran las autoras.

“Los temas financieros no son ninguna fiesta, pero la vida se pone seria y tenemos que aprender a gestionar nuestro dinero. Estar bien informados nos servirá de colchoneta si vienen vacas flacas o también de trampolín si queremos invertir, además de ahorrar”, señala Ferrer.

Esta asesora fiscal conocida en redes sociales (www.instagram.com/sarafero/?hl=es) admite que el alto costo de la vida y los sueldos bajos pueden dificultar el ahorro, pero considera posible ahorrar sin despilfarrar si “pones el punto de mira en aquello sobre lo que tienes poder de cambio: tus gastos”.

El primer paso consiste en “redactar tu propia ‘lista de pecados’, enumerando aquellas cosas que consideras vicios, extras o caprichos en tu vida y sin las cuales podrías vivir perfectamente. A partir de ahí, podrás comenzar a vigilar los gastos y guardar el dinero que te ahorres al reducirlos”, puntualiza.

En ese sentido, Ferrer destaca la importancia de confeccionar un presupuesto mensual, para “poder controlar el gasto y ver dónde tienes fugas de dinero”.

Tipos de gastos

Con este presupuesto podrás “clasificar cuáles son tus gastos prescindibles, analizar si quieres recortarlos o no, y marcarte un objetivo de ahorro consiguiendo un plan”, señala.

Los gastos fijos son los de vivienda, comida, transporte y aquellos elementos sin los cuales “no se puede sobrevivir ni trabajar”, según explica.

Los gastos variables son aquellos que cambian en función del nivel de vida que se quiera llevar. “Nunca podrán representar más de un 50 por ciento de tu salario. Para ahorrar hay que reducirlos o recortarlos todo lo posible”, según Ferrer.

“Cuantificar nuestros gastos fijos es esencial para establecer cuál debe ser nuestro fondo de emergencia o colchón financiero (dinero ahorrado), que debe “salvarnos si la vida se pone fea”, explica esta especialista.

“Una vez que sabes cuáles son tu ‘colchón’, gastos fijos y variables, es momento de “abrir bien los ojos y tomar conciencia de cómo quieres vivir a partir de ahora para conseguir ahorrar”, explica.

Para poder ahorrar, debes cambiar tus hábitos y reducir tus gastos en aquellos rubros a los que denomina “tentaciones” o “pecados”, recalca Ferrer.

El tabaco, las comidas fuera de casa o enviadas a domicilio, la Lotería, las compras impulsivas, los gastos en bebida de los fines de semana, el uso del coche en lugar del transporte público o de ir a pie, las suscripciones a plataformas de televisión y series, así como no revisar las comisiones bancarias que nos cobran son puntos habituales en la “lista de pecados”, señala.

Pequeños gestos, grandes resultados

Estos pequeños gastos que parecen insignificantes por separado pueden llegar a suponer una fuga del 10 al 12 por ciento de tus ingresos si son constantes. Pero, una vez reconocidos, son relativamente fáciles de eliminar, añade.

No se trata de dejar de comer fuera o privarse de Netflix para siempre, sino de valorar cuánto quieres gastar en cada cosa, qué puedes evitar y dónde te importa menos recortar, señala Ferrer, que recomienda incorporar a nuestra rutina diaria algunos hábitos que ayudan a poner en orden las finanzas y ahorrar casi sin darnos cuenta.

1. Destina al ocio una cantidad cerrada de tu presupuesto mensual, aspirando a reducir en un 20 por ciento este tipo de gastos.

2. Planifica tus menús de modo semanal, cocina un día platos para varios días, haz la lista de la compra y respétala en el súper.

3. Revisa lo que tienes en tu armario y vende lo que no te sirva en plataformas de segunda mano en línea.

4. Evita los viajes de última hora, planifica tus escapadas con mucha antelación y compara precios y ofertas de viajes.

5. Utiliza el coche solo cuando sea imprescindible, haciendo algunos trayectos a pie o en transporte público si es posible.

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