El premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, habló sobre su libro “Medio siglo con Borges”, en el que retrata su fascinación por la obra del autor argentino
El escritor, político y periodista Mario Vargas Llosa, quien recibió el Premio Nobel de Literatura en el 2010, participó en una amena charla con el también escritor peruano Raúl Tola sobre su fascinación por la obra de Jorge Luis Borges.
Durante el encuentro, que se dio dentro del Hay Festival Querétaro, que este año se realiza de manera virtual, el autor de “La ciudad y los perros” compartió cómo fue que conoció a Borges.
“Recuerdo cómo empecé a leer a Borges, fue gracias a Lucho Loayza, un escrito peruano que era un borjiano integral (…) no recuerdo qué leí, pero lo que sí recuerdo es que quedé impresionado con sus cuentos. En ese momento era un gran seguidor de Sartre y los filósofos existencialistas. (…) Ante ese tipo de enseñanzas, Borges resultaba irritante (…) hacía literatura fantástica que entraba en contradicción con el mundo de Sartre. (…) Encontrarme con él fue un ‘shock’”, compartió el autor.
Asimismo destacó la memoria prodigiosa de Borges y contó cómo a pesar de sus limitantes físicas, deslumbró a los franceses.
“En el 63 visito Francia y deslumbró a los franceses (…) creo que el gran prestigio de Borges viene a partir de ese viaje, fue muy emocionante ver el deslumbramiento que produjo a los franceses este señor, ya casi ciego, que caminaba con dificultad apoyándose en un bastón y que hablaba un francés impecable pero literario que sorprendía a los franceses (…)”.
También compartió grandes experiencias con el prolífico autor argentino, entre ellas una entrevista en su casa, en la que Vargas Llosa citó una gotera en aquel sitio.
“Me dijeron que nunca me había perdonado el detalle de la gotera, el hecho de que yo citara la gotera hizo que dijera algo muy divertido: ‘fue un muchacho que me vino a ver, un periodista que yo en realidad pensé que era un publicista que venía a venderme una casa, porque dijo que mi casa tenía una gotera y eso es lo que dicen los publicistas que quieren venderte una casa’”.
Finalmente destacó su memoria literaria prodigiosa que hacía parecer que Borges lo sabía todo y lo había leído todo.
