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Sacerdotes sufren ataque en la carretera México-Querétaro

El pasado jueves 3 de agosto por la noche, los sacerdotes católicos Cristian y Juan fueron atacados a balazos por un grupo de hombres armados en un tramo de la carretera federal México-Querétaro

Mientras transitaban por la carretera federal México-Querétaro, los sacerdotes católicos Cristian y Juan fueron agredidos con disparos de arma de fuego por un grupo de sujetos; los hechos ocurrieron el pasado jueves 3 de agosto en la vialidad más transitada del país.

En entrevista con el semanario católico “Desde la fe”, los religiosos narraron que se dirigían desde el estado de Zacatecas hacia la Ciudad de México en dos automóviles.

“En un tramo de la carretera, el padre Juan golpeó una piedra grande que estaba en el pavimento. Era tan grande que tuvo que orillarse. A unos 100 metros de distancia, había otros dos vehículos dañados por la misma roca”, contó el padre Cristian.

Ambos hombres detuvieron sus automóviles y bajaron para revisar los daños; sin embargo, ese fue el momento en que inició una pesadilla de violencia, temor e incertidumbre.

“En cuestión de segundos, un hombre salió entre la maleza gritando improperios y ordenando que nos tiráramos al suelo mientras sacaba un arma de fuego. Lo vi de frente. Detrás de él, otro sujeto con un arma disparó dos veces al aire. Al escuchar los tiros, mis piernas se desbloquearon. Corrí como pude, sin pensar, alcancé a subir a mu vehículo”, agregó.

Violencia en la autopista 57

Después de lograr arrancar su coche, Cristian marcó a la línea de emergencias 911. Mientras tanto, Juan también logró escapar no sin antes ser despojado de todas sus pertenencias.

“Ya aparentemente a salvo, el padre Juan avanzó y se puso frente a mí; me preguntó si estaba bien, le dije que sí. Todo me dolía, mi costado seguía sangrando. Pero otra vez disparos, cuatro sujetos armados salieron unos 50 metros más atrás para robar a las dos familias que estaban ahí. Tuvimos que huir, pero mi llamada seguía activa… ¡Están disparando!, les dije. Avanzamos en busca de ayuda”, continuó.

Finalmente, ambos sacerdotes católicos lograron llegar a una gasolinera y pudieron sentirse a salvo; no obstante, el apoyo de la Guardia Nacional o alguna otra autoridad nunca llegó para auxiliarlos.

“En mi costado, había fragmentos de bala que habían rozado mi piel. Estábamos temblando. El padre Juan estaba ileso, gracias a Dios, pero despojado de todas sus pertenencias”, añadió.

Tras este suceso de violencia en la carretera federal México-Querétaro, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) demandó que las autoridades cumplan su responsabilidad de proteger a la población de todo el país, donde más de 32 mil personas son asesinadas cada año.

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