Tú, yo y otros 591 millones de personas en el mundo tenemos algo en común: hablamos español. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente es que Estados Unidos se convirtió ya en el segundo país con más hispanohablantes en el mundo, solo detrás de México. Sí, hay más personas que hablan la lengua de Cervantes en territorio estadounidense que en la mismísima España. De hecho, se estima que Estados Unidos se convertirá en el 2050 en el país con el mayor número de hablantes de castellano. Estos datos fueron revelados en la edición más reciente del reporte “El español, una lengua viva”, compilado anualmente por el Instituto Cervantes.
Vayamos a los números: 121 millones de mexicanos hablamos el español como primer idioma, lo que nos coloca como el país número uno a nivel global. Nos siguen los Estados Unidos, con 52 millones de hispanohablantes (41 millones lo hablan como su idioma nativo y otros 11 millones son bilingües, la mayoría de ellos, hijos de inmigrantes). En tercer lugar se ubica Colombia (48 millones) y, en cuarto, España (46 millones).
De los 591 millones de hispanohablantes en el mundo, 493 somos hablantes nativos. Esto ubica al español como la segunda lengua materna del mundo, solamente detrás del chino mandarín. En términos globales, el 9.2 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) proviene de hispanohablantes. En cuanto al uso de Internet, el español es la tercera lengua más usada en el ciberespacio, si bien solo el ocho por ciento del tráfico en la red se da en nuestro idioma.
No obstante, el inglés es la lengua más hablada. De acuerdo con cifras proporcionadas por el Foro Económico Mundial, se calcula que aproximadamente mil 500 millones de personas son anglófonas, si bien la mayor parte de estas no es hablante nativo (por ejemplo, el 72 por ciento de los holandeses y el 70 por ciento de los habitantes de los países nórdicos hablan el inglés como segundo idioma).
La historia del español no resulta menos interesante. Para documentarme, recurrí a “Historia de la lengua española”, un libro de Zavadi Bohumil, en donde este señala que el castellano antiguo surgió en el siglo nueve de nuestra era, como lo demuestra un documento escrito por San Martín de Herrán, en el que figuran palabras como las siguientes: “civitare” (ciudad), “argentea” (plata) y “flumine” (río). El castellano evolucionó del latín vulgar, el iberorromance visigótico y el iberorromance mozárabe. Cabe mencionar que los visigodos, un pueblo germánico, invadieron Hispania en el siglo 5 d.C. Como dato curioso, Bohumil menciona que varios de los nombres del español más conocidos son de origen visigótico. Por mencionar algunos: Alfonso, Álvaro, Enrique, Elvira y Fernando (este último deriva de “Fridenandus”, es decir, “el audaz para la paz”). Mi nombre, Raúl, es de similar origen: “Radulf”, que significa “el consejero del lobo”.
La primera composición literaria en castellano fue el “Cantar de Mio Cid”, que relata las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, un ilustre militar castellano fallecido en Valencia, en 1099. Por último, el español clásico se empezó a gestar en el siglo 16, época que abarca la producción literaria de Garcilaso de la Vega, en tanto que las raíces del español actual datan del siglo 17.
