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diciembre 6, 2024

Egresada de la UAQ diseña manual para no perder la lengua hñähñu

El proyecto escolar de Elizabeth Martínez, egresada de la UAQ, consistía en planear clases de una lengua originaria o de inglés, y ella decidió implementarlo en el hñähñu del Valle del Mezquital, con el objetivo de intentar rescatarlo

Para rescatar la lengua hñähñu, también conocida como otomí, una alumna egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) diseñó un manual de planeación de clases para que docentes puedan enseñar de una forma amigable a los estudiantes la lengua originaria en escuelas primarias.

Originaria del Valle del Mezquital, estado de Hidalgo, Elizabeth Martínez comenzó con su proyecto Manual de planeación hñähñu, que forma parte del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (Foper), cuando cursaba la Licenciatura en Educación y Mediación Intercultural (LEMI), modalidad a distancia.

En entrevista, la egresada detalló que inició el desarrollo del proyecto en la materia de Enseñanza de las lenguas indígenas III, que cursó en su cuarto semestre, en 2022, a cargo del profesor David Eduardo Vicente Jiménez, y desarrollarlo le tomó cuatro semestres.

Rescatar la lengua

El proyecto escolar consistía en planear clases de una lengua originaria o de inglés, y Elizabeth decidió implementarlo en hñähñu del Valle del Mezquital, con el objetivo de intentar rescatarlo.

El hñähñu cuenta con nueve variantes lingüísticas habladas en diversas regiones de los estados de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Tlaxcala y Michoacán, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).

Los hablantes se concentran en el centro del país, el asentamiento histórico de los otomíes, mayoritariamente en Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Querétaro, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.

Y, aunque se habla en muchos estados y principalmente en el Valle del Mezquital del estado de Hidalgo, para los niños el hñähñu es su segunda lengua, explicó la exalumna.

“Mi manual fue planeado para la iniciativa de implementar clases en hñähñu. Actualmente los niños ya no hablan, ya no es su primera lengua, ya es su segunda lengua. Entonces, para que se iniciaran en el conocimiento de la lengua hñähñu, yo lo implementé como si iniciáramos a estudiar el español”, detalló.

El proceso de implementación

En una primera etapa, entre enero y junio de 2022, la estudiante hizo la planeación del manual, que consistía en proponer actividades para cinco clases de la lengua originaria. Para el siguiente semestre, hizo una prueba piloto, que consistía en aplicar el manual en una escuela primaria.

Para la prueba, Elizabeth solicitó un permiso para dar clases de hñähñu en la escuela primaria Emiliano Zapata, ubicada en la comunidad de Cuesta Blanca, municipio de Cardonal, donde trabajó con un grupo mixto de 17 niños.

Explicó que diseñó las clases como si los niños fueran a aprender a escribir y a leer en hñähñu. Entonces, comenzó a enseñarles el abecedario, las vocales y las consonantes.

Aunque considera que a los niños les gustaba la clase, Elizabeth asegura que pudo reconocer que su manual tenía varios errores, debido a que los alumnos no entendían las actividades que, además, debían ser más amigables y llamativas.

“Porque es una lengua nueva para ellos, a lo mejor sí la han escuchado, pero no escrito”, señaló.

Para mejorar el manual, la estudiante hizo juegos en hñähñu, como lotería, memoramas y crucigramas, con el fin de mezclar la escritura y las imágenes, para que los alumnos pudieran asociarlos.

“Porque también existen libros de la lengua hñähñu, pero están muy complejos”, asegura.

Además, uno de los retos que la estudiante enfrentó fue aprender hñähñu, porque, aunque sus abuelos lo hablaban y ella lo entiende, lo habla muy poco, por lo que tomó dos niveles de la lengua en una institución de su comunidad.

Hacia el proyecto Foper

Cuando estudiaba su último semestre en su clase de seminario de tesis, Elizabeth continuó desarrollando su manual y la doctora Luz María Lepe Lira, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, la motivó para que inscribiera su manual en el Foper, un programa que tiene el propósito de contribuir a la formación de los estudiantes de la UAQ mediante el desarrollo de proyectos en las diferentes áreas del conocimiento.

El proyecto fue ingresado y aceptado en septiembre de 2023, con lo que, también bajo el asesoramiento de la doctora Ana Alonso Ortiz, la estudiante fue mejorando el manual y se enfocó en que fuera más entendible para los estudiantes.

Actualmente el manual ya está listo y en proceso de impresión para ser presentado ante la Rectoría, el 22 de noviembre.

Elizabeth tiene la expectativa de presentar su manual y buscar que sea incluido como materia en algunos planes de estudio, por lo que buscará espacios en los consejos técnicos estudiantiles.

También espera que el manual sea un apoyo para los docentes.

“Lo puedan empezar a implementar para rescatar la lengua, porque se comienza desde el nivel inicial, entonces, sería muy bonito que así a los niños les guste la lengua y se pueda rescatar, ya que actualmente no se habla y hay muy pocos hablantes; a veces los abuelitos son los que hablan, pero ya casi no”, lamentó.

Actualmente, Elizabeth ya no da clases de hñähñu, pero espera que las pueda continuar en el futuro.

“Actualmente me encuentro algunos alumnos que tuve en tercero, cuarto, quinto, y ahorita ya están en sexto y me dicen: ‘Maestra, ¿por qué no regresa a dar hñähñu?’”, recuerda.

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