En casa, los Rams de Los Ángeles jugarán el Super Bowl LVI en busca de su segundo campeonato de la NFL contra los Bengals de Cincinnati, que están deseosos de ganar su primer Trofeo Vince Lombardi
Este domingo 13 de febrero, los Rams de Los Ángeles y los Bengals de Cincinnati se enfrentarán en el Super Bowl LVI para definir al campeón de la NFL en el terreno de juego del SoFi Stadium, ubicado en la ciudad de Inglewood, California; tras la primera temporada regular de 18 jornadas.
Si bien es cierto que el Súper Tazón es un acontecimiento que cada año atrae las miradas de millones de personas tanto en Estados Unidos como a nivel mundial, esta edición del Súper Domingo no ha provocada la expectativa acostumbrada, ya que sus protagonistas son dos de las franquicias con menor cantidad de seguidores.
Ambas escuadras apenas superan el millón de seguidores en Twitter; mientras que en Facebook, los Rams tienen menos de 800 mil seguidores y los Bengals no alcanzan el millón 200 mil seguidores.
Mientras tanto, las apuestas dan como favorito al conjunto de Los Ángeles –que será el segundo equipo en la historia que jugará la gran final del futbol americano profesional estadounidense en su estadio, después de que los Buccaneers de Tampa Bay hicieran la hazaña de coronarse campeones en casa el año pasado–; lo cual le abre la puerta a la escuadra de Cincinnati de dar la gran sorpresa, luego de que eliminaran a los Raiders, los Titans y los Chiefs en los playoffs.
El hecho de ser dos de las franquicias menos populares de la NFL se explica por la ausencia de títulos, ya que en ambas apenas suman un campeonato. En el Super Bowl XXXIV, los Rams (que entonces estaban en la ciudad de San Luis) vencieron 23-16 a los Titans de Tennessee y se proclamaron campeones.
Por su parte, los Bengals suman dos apariciones previas en los Súper Tazones XVI y XXIII; sin embargo, fueron derrotados en ambos por los 49ers de San Francisco.
Claves del Super Bowl LVI
Contrario a lo que ha marcado las ediciones anteriores del Súper Domingo, tanto los Rams como los Bengals tienen a quarterbacks sin experiencia previa en juegos de este nivel. Aunque Matthew Stafford, mariscal de campo de Los Ángeles, tiene 12 años experiencia en la NFL (11 años como jugador de los Lions de Detroit); nunca ha podido demostrar su talento en una gran final.
Joe Burrow, pasador de Cincinnati, llegó a la NFL apenas en 2020 al haber sido seleccionado en la primera posición global del Draft; sin embargo, su primera temporada se interrumpió abruptamente por una grave lesión en la rodilla. Tras su recuperación, regresó para convertirse en el líder de ofensiva con 4 mil 611 yardas aéreas y 34 pases de touchdown.
Como Jugador Ofensivo del Año, el receptor abierto de los Rams, Cooper Kupp será clave para que los campeones de la Conferencia Nacional hagan valer su condición de local; durante la temporada regular, se adueñó de la triple corona con más recepciones, 145; más yardas, mil 947; y más anotaciones, 16.
Mientras que el receptor abierto de los Bengals, Ja’Marr Chase, jugará un rol decisivo para que la ofensiva de los campeones de la Conferencia Americana pueda funcionar bajo los controles de Burrow. Apenas la semana pasada, Chase fue elegido como Novato Ofensivo del Año.
Con mucha seguridad, el gran duelo del Super Bowl LVI estará en la trinchera entre la línea ofensiva de los Bengals y los frontales defensivos de los Rams; ya que durante la temporada regular los linieros ofensivos de Cincinnati permitieron que Joe Burrow fuera captura 51 veces. Mientras que la línea defensiva de Los Ángeles está repleta de estrellas como Aaron Donald y Von Miller.
