El IMSS implementará el Expediente Clínico Electrónico para almacenar el historial médico de la población derechohabiente mexicana, de los últimos siete años; con esto, los médicos podrán compartir información entre diferentes unidades de salud
Durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, informó que el Expediente Clínico Electrónico implementado por el instituto fungirá como el cimiento de la construcción de un sistema universal que permita almacenar el historial médico de la población en el país y que esté disponible, independientemente de la institución sanitaria a la que acudan, como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSSTE) o el IMSS-Bienestar.
Esto, como parte de la presentación de las Metas del sector salud 2024-2030, en donde Robledo expuso que este Expediente Clínico Electrónico del Seguro Social es un sistema para el almacenamiento y gestión de la información clínica de forma segura de los últimos siete años de la historia médica de la población derechohabiente.
Al respecto, mencionó: “ya estamos trabajando con la Agencia de Transformación Digital para que éste, que es un proyecto de desarrollo propio, no es una licencia de un proveedor privado, pueda transferirse y entonces una persona que deja de tener seguridad social y empieza a cotizar en el ISSSTE, por ejemplo, ese expediente lo puedan consultar”.
Además, reportó que actualmente el IMSS tiene el segundo Expediente Clínico Electrónico más grande del mundo, con 53.7 millones de expedientes, 722 millones de notas médicas, mil 796 millones de recetas, mil 186 millones de estudios de laboratorios, 2.6 millones de ingresos hospitalarios, 7.8 millones de ingresos a Urgencias, así como 68.9 millones de incapacidades.
Zoé Robledo detalló que con este expediente los doctores “pueden consultar las notas médicas registradas, van haciendo notas en sus computadoras”, ya que antes se utilizaba un expediente no estandarizado, en donde la información no se podía compartir entre diferentes unidades. “Si una persona se mudaba y se adscribía a una nueva Unidad de Medicina Familiar tenía que volver a construirse su expediente”, agregó.
Con información de: El Economista