La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que las Fuerzas Armadas respetarán los derechos humanos en el país, pese a que se revelara el fallecimiento de seis migrantes a manos del Ejército ayer
La presidenta Claudia Sheinbaum garantizó este jueves que durante su mandato las Fuerzas Armadas respetarán los derechos humanos, pese a que en la víspera se reveló que militares mataron a tiros a seis migrantes de Egipto, El Salvador y Perú en el sur del país.
“Tengan la certeza que por nuestro origen humanista, por el profundo respeto que tengo a nuestras Fuerzas Armadas, nunca emitiré orden alguna que vulnere el orden constitucional o los derechos humanos del pueblo de México”, señaló la mandataria al recibir el primer saludo del Ejército y la Marina del país.
Durante su primer acto oficial como “comandanta suprema de las Fuerzas Armadas” y en compañía de los titulares de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla; de Marina, Raymundo Pedro Morales, y su gabinete de seguridad, Sheinbaum afirmó que en México “no hay estado de excepción” ni violaciones a los derechos humanos.
Esto, tras recordar que el 15 de septiembre se promulgó la reforma de ley que establece que la Guardia Nacional forme parte de la Sedena para garantizar la seguridad pública. “Para los que critican que esto es militarización, es totalmente falso”, enfatizó Sheinbaum. Además, aseveró que seguirá convocando a las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad ciudadana, así como la construcción de proyectos estratégicos, como trenes de pasajeros.
Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa, señaló que en este nuevo episodio del país los militares están motivados para “atender con humanismo, disciplina y valor los retos”, ya que Sheinbaum desde el segundo día de su mandato tomó acciones para asistir a Guerrero, estado afectado por el huracán John y dejó casi una treintena de muertos, así como miles de damnificados en el sur del país.
La salutación de las Fuerzas Armadas se dio un día después de que la Sedena revelara que el martes, dos militartes mataron a seis migrantes tras confundirlos con delincuentes mientras se transportaban en dos vehículos en un tramo entre Villa Comaltitlán y Huixtla, municipios de Chiapas, estado de la frontera sur del país.