López Obrador subrayó que el cierre de la frontera es “imposible” y perjudicial para ambos países, destacando la profunda interdependencia económica, comercial y social
El presidente Andrés Manuel López Obrador instó a la ciudadanía a no temer un posible cierre de la frontera con Estados Unidos, tras la reciente orden ejecutiva del presidente Joe Biden que restringe las solicitudes de asilo y agiliza las deportaciones.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador aseguró: “Que no haya temor de que se vaya a cerrar la frontera y, además, tenemos muy buena relación con el presidente Biden y estamos constantemente comunicándonos, somos respetuosos de la decisión que toman los Estados Unidos”.
El presidente mexicano abordó las preocupaciones de los habitantes del norte del país sobre la nueva medida de Biden, la cual permite deportaciones más rápidas para quienes no cumplan con los estrictos estándares de asilo cuando las detenciones diarias en la frontera superen las 2,500 en un promedio de siete días.
El cierre de la frontera es “imposible”
López Obrador subrayó que el cierre de la frontera es “imposible” y perjudicial para ambos países, destacando la profunda interdependencia económica, comercial y social existente.
“Es bastante la integración económica, comercial, social que existe en la frontera. Imagínense cerrar la economía en la frontera donde está California, que debe ser como el estado con la quinta o sexta riqueza del mundo, lo que le llaman producto interno bruto, y Texas, que debe estar también en el lugar nueve o 10”, explicó.
El mandatario enfatizó la importancia de mantener abiertas las fronteras para el bienestar de las comunidades binacionales, recordando que México es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
“¿Cómo se cierra la frontera? Somos los principales socios comerciales en Estados Unidos. Para tener también la idea, cuando llegamos al gobierno, el primer socio comercial de México era China, fuimos avanzando”, señaló.
México pide trato humanitario para migrantes
López Obrador también reconoció el cambio en la actitud de algunas autoridades estadounidenses hacia la migración, mencionando al gobernador de Texas, Greg Abbott, como un ejemplo de este cambio.
Reiteró la posición del Gobierno mexicano en cuanto a las deportaciones, abogando por un trato humanitario para los migrantes y subrayando que la migración es una cuestión de necesidad.
“Estamos ayudando para que se acepte en los países donde ellos (EUA) no tienen buena relación, el que puedan tomar medidas de deportación, aunque nosotros no quisiéramos que deportaran a nadie, porque la migración no es por gusto es por necesidad”, insistió.
López Obrador concluyó haciendo un llamado al diálogo entre naciones y asegurando a los mexicanos que no deben preocuparse por las medidas de Washington, ya que “lo que está en juego es el sufrimiento de la gente”.