La FAO reveló que entre 2016 y 2022 la inseguridad alimentaria de moderada a grave aumentó en 4.2 millones de personas en México, es decir, casi 35 millones mexicanos padecen esta situación
En México, cerca de 35 millones de personas padecían, hasta el 2022, inseguridad alimentaria de moderada a grave cifra que, a lo largo de seis años ha crecido en más de 13 por ciento, es decir, 4.2 millones más que en 2016, según el nuevo reporte sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2023.
El documento de la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), muestra que, hasta 2022, en México 27.2 por ciento de la población tenía una alimentación deficiente.
Lo anterior también se traduce en un incrementó de dos puntos porcentuales con relación a 25.6 por ciento de los mexicanos que padecieron inseguridad alimentaria moderada y grave durante 2016.
🔴Entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022.
Se avanzó hacia la reducción del hambre en Asia y América Latina. Pero el hambre siguió aumentando en Asia occidental, el Caribe y todas las subregiones de África.
Informe #SOFI2023👉https://t.co/9SS3eI3S5x pic.twitter.com/BJG9XWFQog
— FAO en español (@FAOenEspanol) July 12, 2023
Los datos de la FAO detallan que mientras que en 2016, unos 30.8 millones de mexicanos no tuvieron una alimentación adecuada o pasaron varios días al año sin comer, esta cifra se elevó a 35 millones de personas en 2022: 4.2 millones más que hace seis años.
En tanto, durante 2022, la inseguridad alimentaria severa afectó a 4.5 millones de mexicanos, 3.6 por ciento de la población. De 2016 a 2022, a esta condición se sumaron 200 mil personas.
Según el Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición de la FAO, el PMA, el FIDA, la Unicef y la OMS, la inseguridad alimentaria severa ocurre cuando se ha agotado la comida varias veces durante el año y, en el peor de los casos, se puede pasar un día entero o más sin comer.