En la frontera sur de México, miles de migrantes recibieron documentos -por parte del Instituto Nacional de Migración- con lo que esperan avanzar por territorio mexicano hacia Estados Unidos
Una caravana de miles de migrantes que partió el lunes del sur de México se debilitó este jueves, luego de que algunos de sus integrantes obtuvieran permisos con los que esperan avanzar hacia la frontera con Estados Unidos y no ser deportados.
En una jornada marcada por la muerte de una mujer venezolana que sufrió un colapso cuando avanzaba en silla de ruedas, un grupo de migrantes reanudó la marcha hacia la localidad de Mapastepec, en el estado de Chiapas.
Otros permanecieron en el poblado de Huixtla, donde funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) comenzaron a entregarles salvoconductos con vigencia de un mes.
“Los que se quedaron son mujeres y niños que están cansados y no pudieron caminar más”, dijo a reporteros el activista Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana, quien acompaña la movilización. El portavoz cifró en 4 mil estas personas.
Algunas familias también decidieron permanecer allí impactadas por el deceso de la mujer, quien según otros migrantes padecía diabetes.
“No vamos a permitir arriesgar a las personas. Aquí hay mujeres embarazadas”, añadió García Villagrán al confirmar el fallecimiento, aunque sin ofrecer más detalles. La marcha transcurre en medio de fuertes lluvias.
En la aduana de Cerro Gordo, en Huixtla, las autoridades migratorias no han dado abasto para entregar documentos que permitan a los migrantes trasladarse hacia la frontera norte.
García Villagrán asegura que uno de los objetivos de la caravana es llamar la atención de los presidentes reunidos en la Cumbre de las Américas, que finalizará este viernes en la ciudad estadounidense de Los Ángeles con la migración ilegal en la agenda.
“Tenemos cobertura con corresponsales nacionales e internacionales como la propia Cumbre”, destacó el dirigente.