El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, Braulio Guerra Urbiola, participó en la elección judicial y depositó su voto en la urna de casilla 0351
Ante las opiniones acerca de que la primera elección judicial es una prueba para futuros proceso electorales de este tipo, el magistrado Braulio Guerra Urbiola, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, advirtió que los ejercicios democráticos no pueden ser “centros de experimentos”.
“A mí me parece que para Querétaro la democracia no puede ser un laboratorio, ni puede ser un centro de experimentos, es decir, tenemos que abonar todos como funcionarios y servidores públicos a que el ejercicio de los derechos de los ciudadanos sea con certidumbre, que sea de manera ágil, sencillo, fácil y comprensible. Para que sea democrático tiene que tener todos estos elementos”, puntualizó.
En este sentido, enfatizó que la prueba de fuego de la reforma judicial no es esta jornada electoral inédita en el mundo, sino que dependerá del trabajo jurisdiccional de las personas que resulten elegidas como ministros de la Suprema Corte de Justicia de Nación (SCJN), magistrados de Circuito y jueces de Distrito.
“Aquí no se acaba la reforma judicial con la elección de jueces y juezas, pues los poderes judiciales del país requieren más recursos, requieren tecnología, requieren perspectiva, requieren mucho más ingredientes para que tengamos una mejor justicia”, declaró en entrevista con los medios de comunicación.
Después de emitir su voto en la casilla 0351, ubicada en el Instituto Stela Madrigal de la colonia Álamos Segunda Sección, Braulio Guerra Urbiola sostuvo que el estado de Querétaro tiene la oportunidad de crear “la mejor reforma judicial, si se lo propone”.
“Una reforma que ponga en el centro al justiciable, a la gente que reclama justicia, y que las mejores personas, con las mejores capacidades y con las mejores experiencias sean las que lleguen a la boleta”, agregó el titular del Poder Judicial del Estado de Querétaro.
Opinó que las personas que resulten elegidas, deberán desempañarse como “representantes sociales” y no como “representantes populares”, ya que sus resoluciones deben responder al conjunto de sociedad y no solamente a un sector de la misma.