Amas de casa, parejas, jóvenes y hasta menores de edad, acudieron a comprar su mandado. Pocos fueron los clientes que se preocuparon por guardar una “sana distancia”
Pese a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, locatarios del Mercado de Abastos, como cada fin de semana, permanecieron vendiendo al por mayor los productos de primera necesidad.
Muchas personas se movían por la central y las calles circunvecinas donde hay diversos negocios de verduras, carne, fruta, plásticos, y un sinnúmero de artículos y productos a precios de mayorista.
Amas de casa, parejas, jóvenes y hasta menores de edad, acudieron a comprar -como lo hacen cada semana o cada quince días- su mandado. Pocos fueron los clientes que se preocuparon por guardar una “sana distancia” en las filas para ser atendidos. En cuanto a los vendedores, solo 3 de cada 10, en promedio, traían la indumentaria correcta para prevenir algún contagio.
Y es que, a pesar del aumento en los casos de COVID-19 que se han dado en la entidad, hay quienes siguen sin creer que se trata de una emergencia sanitaria real.
Algunos ciudadanos incluso tosían o estornudaban, provocando temor entre los que sí se han tomado en serio la contingencia por el coronavirus. Pocos son los precavidos, pero sobre todo, respetuosos de los ciudadanos que los rodean.
Para muchos, este fue el último fin de semana en el que salieron a la calle a comprar alimentos y provisiones; otros únicamente fueron por la lista que semana a semana surten.
En tanto, locatarios afirmaron: “Aquí vamos a estar hasta que no nos digan lo contrario, no podemos dejar nuestras ventas porque de estos vivimos y comemos”, “Nosotros sí nos cuidamos, aunque parece que la gente (clientes) no se la cree, luego llegan aquí así como si nada y hasta nos tosen, parece apropósito”.
Cabe precisar que en varios mercados ya fueron instalados módulos sanitizantes, sin embargo, pocos fueron los ciudadanos, en su mayoría adultos, quienes -voluntariamente- se acercaban a estos.