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lunes, junio 9, 2025
    GURÚESUna elección inédita, impresionante y maravillosa

    Una elección inédita, impresionante y maravillosa

    Tiene razón la presidenta Claudia Sheinbaum al aseverar que el proceso para elegir a jueces, ministros y magistrados del Poder Judicial de la Federación fue “¡Inédito, impresionante, maravilloso!”, aunque se equivoca al calificarlo como “democrático”.

    Para hablar de una verdadera democracia, esta debe darse, entre otras cosas, en un contexto de respeto absoluto al Estado de derecho y a elecciones libres y justas… y hoy, esto en México, está en tela de juicio; baste recordar la forma en la que las instituciones de este país han sido anuladas o cooptadas por la 4T y el proceso absolutamente amañado, cínico y desaseado que precedió a la elección judicial. El concepto de democracia ha sido distorsionado.

    La mandataria asegura que al haberla elegido a ella como presidenta de la República, el pueblo decidió también que quería que los jueces, magistrados y ministros fueran escogidos mediante su voto. Sin embargo, la elección del 1 de junio mostró una realidad diferente.

    Veamos, por Sheinbaum votaron en la elección del 2 de junio del año pasado, 35 millones 924 mil 519 personas, de un total de 60 millones, 115 mil 184 votos; hubo un millón 440 mil 144 votos nulos (2.32 por ciento). En esa elección, la participación ciudadana fue del 61.04 por ciento.

    En la elección judicial del domingo 1 de junio, para el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la participación ciudadana fue del 13.01 por ciento; y del total de votos emitidos, el 77.1 por ciento fueron válidos, pero el 10.80 por ciento fueron nulos y en el 12.04 por ciento, los recuadros no fueron utilizados, es decir que no había marcas ni registros que permitieran identificar con claridad el sentido del voto.

    Lo anterior significa que el ¡22.84 por ciento! de quienes fueron a sufragar, en una elección con una baja participación, lo hicieron para mostrar su inconformidad con dicho proceso; lo que echa por tierra la aseveración de la presidenta de que quienes votaron por ella, avalaron la reforma judicial.

    Reconocer este resultado como un revés, sacudiría las bases en las que se ha cimentado la 4T y le acarrearía a Morena y aliados consecuencias desastrosas; de ahí el empeño en seguir una línea de argumentación basada en el supuesto respaldo popular de la elección, aunque incluso para quienes forman parte del movimiento resulte poco creíble.

    Las razones estratégicas y políticas para sostener la narrativa de que la elección fue democrática, les son más importantes que la veracidad de la afirmación; aunque para ello deban recurrir a hacer una falsa analogía, como el comparar los votos obtenidos en la consulta popular que se llevó a cabo el primero de agosto del 2021, sobre el juicio a los expresidentes, en la que se registró una participación ciudadana de 7.11 por ciento (6 millones, 663 mil 208 opiniones vertidas); y que -cabe subrayar- también fue un fracaso debido a que no resultó vinculatoria, dado que no se alcanzó el 40 por ciento de la votación de las y los ciudadanos inscritos en la lista nominal.

    “Cerca de 13 millones de mexicanos y mexicanas participaron el día de ayer en la elección al Poder Judicial, más del doble de la participación en la votación del juicio a expresidentes”, declaró mañosamente Sheinbaum en la mañanera del lunes 2 de junio.

    Sin embargo, debemos reconocer que, a pesar de no haber logrado que el pueblo bueno y sabio legitimara con su participación la elección judicial, la movilización de beneficiarios de los programas sociales y -sobre todo- la distribución de acordeones sí lograron el principal objetivo de la 4T: apoderarse del Poder Judicial de la Federación… Y, si alguien lo duda, baste con revisar el perfil de las nuevas ministras y ministros, así como de los integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial que sustituye al Consejo de la Judicatura (el cual estará presidido por la magistrada en retiro, Celia Maya, excandidata a la gubernatura de Querétaro por el PRD y posteriormente por Morena; muy cercana a López Obrador, quien incluso la postuló para ministra de la Suprema Corte).

    Por esto, no me cabe la menor duda, Claudia Sheinbaum está en lo cierto: la elección fue inédita, impresionante y maravillosa… ¡para ella y su movimiento, porque los tres poderes están bajo su mando!

    ¡Consummatum est!

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