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El mensaje del “pueblo bueno y sabio”

El resultado de la elección presidencial del 2 de junio fue terminante, aplastante y abrumador: Claudia Sheinbaum obtuvo el triunfo con cerca de 36 millones de votos, mientras que Xóchitl Gálvez se quedó en el camino con poco más de 16.5 millones. El porcentaje de participación ciudadana en la elección fue del 61.04 por ciento.

Las enormes filas que pudieron observarse a lo largo y ancho del país hicieron albergar la esperanza a ese 46 por ciento de la población que está en desacuerdo con Andrés Manuel López Obrador -según el #AMLOTrackingPoll de Consulta Mitofsky para El Economista- de un triunfo de la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por los partidos PRI-PAN-PRD; se hablaba de un voto oculto, y se creó una espectativa de que este sería para Xóchitl, cuando en realidad fue para Claudia y su partido Morena.

Las reflexiones en torno a qué fue lo que sucedió parecen enfocarse más en análisis sobre la clase política… y no es para menos, pues la intervención presidencial en el proceso electoral fue más que evidente (ahí están las denuncias presentadas ante el INE y el sinnúmero de exhortos que recibió), el uso electoral de los programas sociales y la coalición de innombrables en el bloque opositor.

Sin embargo, considero, el análisis debería centrarse más en esos más de 33 millones de votantes que optaron por una continuidad caraterizada por la concentración del poder; el autoritarismo; el desequilibrio entre los poderes del estado; la militarización; el repudio hacia los organismos autónomos, la sociedad civil organizada y los periodistas; la falta de transparencia y, también claro, la corrupción, el populismo y el paternalismo.

¿Quién en su sano juicio firmaría un cheque en blanco a un gobernante?¿quién, sin chistar o cuestionar, obedecería el llamado de un presidente a votar en “avalancha” (“No solo votes por el presidente o presidenta, si quieres que haya una transformación o se mantenga, apóyale también votando por los candidatos al Congreso, porque si no lo van a ningunear (…) tiene que ser una avalancha de votos. Independientemente del partido, del candidato, hay que votar por la transformación, por el proyecto de nación”. AMLO, noviembre 2022) o de un candidato (“Somos tres partidos políticos: Morena, PT y PVEM. Estos tres partidos estamos ahora juntos, pero no podemos votar más que por la Transformación. Aquí en Nuevo León son cinco votos: senadores, diputados locales, diputados federales, presidencia municipal y Presidencia de la República, cinco de cinco por los partidos del movimiento para seguir avanzando por la transformación”. Sheinbaum, marzo, 2024)?

Pues de acuerdo con la encuesta de salida de El Financiero, estos más de 30 millones de personas que expidieron un cheque en blanco a Claudia fueron: un 69% del sector de beneficiarios de apoyos sociales y un 49% de quienes no los reciben; personas que se autodefinieron como de clase social media-alta (49%), de clase media (59%), de media-baja (61%) y de baja (71%); sin estudios (74%), con primaria (74%) con secunadria o estudios técnicos (66%), preparatoria (61%) y universidad o más (48%).

Ahora bien, según la encuesta de la plataforma Saber Votar, más que un voto por Sheinbaum, fue un voto de aprobación a la gestión del presidente López Obrador; y los programas sociales más la narrativa, influyeron totalmente en el resultado, no solo durante las campañas, sino desde mucho antes de que iniciaran las precampañas.

“A pesar de que se tiene la percepción de que este gobierno es deficiente, la gente decidió dar continuidad al proyecto obradorista porque les está dando un apoyo economico, que no recibían en gobiernos pasados (…) A lo anterior, se suma el mensaje consistente de división, de que hay un ‘enemigo’ que se llama PRIAN y conservadores que quieren acabar con el gobierno”, dijo el director de la plataforma, Guillermo Torres Quiroz.

Así las cosas, el mensaje del “pueblo bueno y sabio” (que ya quedó claro no está conformado solo por personas en situación de vulnerabilidad económica) es regresar al presidencialismo con un partido hegemónico… y eso es lo que tendremos durante los siguientes seis años.

La hora cero se acerca…

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