Si deseas convertirte en emprendedor o emprendedora, hay varios caminos. Uno de ellos es estudiar la licenciatura en emprendimiento, que figura en la oferta académica de varias universidades. Sin embargo, desde mi punto de vista no es necesario cobijarse con un título profesional para descubrir una oportunidad en el mundo de los negocios que te conduzca por el camino del éxito.
Suponiendo que dicha especialidad hubiese existido en sus tiempos, difícilmente podría imaginarme a Steve Jobs, Carlos Slim o Mary Kay acudiendo a un espacio académico para que les dijeran cómo hacer negocios. Para mí, el talento fundamental de un emprendedor es la inteligencia intuitiva, misma a la que recurre un sabueso para encontrar la pista que habrá de llevarlo a su presa. Otras cualidades podrían completar la lista: terquedad para lograr lo que te propones, poseer una visión estratégica, facilidad para comunicar tus ideas, capacidad de persuasión, optimismo, curiosidad y pasión por lo nuevo, así como una buena dosis de sentido práctico.
Te daré el ejemplo de tres mujeres mexicanas que cumplen ampliamente con dichos requisitos y que tal vez no conozcas. La primera es Blanca Avelina Treviño, una regiomontana que en 1982 fundó Softtek, una exitosa empresa informática de la que es presidenta y directora ejecutiva. Con una plantilla de 15 mil colaboradores, la compañía opera en Norteamérica, Latinoamérica, Asia y Europa, y sus servicios de software son utilizados por 400 corporaciones en 20 países. Blanca estudió la carrera de sistemas en una época en la que este campo era de aplastante dominio masculino, pero, lejos de sentirse intimidada, se propuso llegar a donde ahora está.
Mayra González Velasco, otra gran emprendedora, inició su actividad laboral como vendedora de autos en una agencia automotriz. En 2001 ya era gerente de ventas; en 2014 fue nombrada vicepresidenta de ventas de mercado, y en 2016, a los 39 años, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta y directora general de Nissan México, año en que la compañía registró el mayor volumen de ventas en la historia de la industria automotriz mexicana, con 401 mil 55 unidades vendidas.
Actualmente, Mayra es nada menos que directora global de ventas de Nissan en Japón. “Crecí en una familia donde me enseñaron que podía convertirme en la persona que deseara ser, siempre y cuando fuera la mejor”, comentó para un medio informativo internacional. Sin embargo, en los inicios de su fulgurante trayectoria hubo de recorrer numerosos kilómetros para estrechar contactos con los concesionarios de automóviles. “Creo que pasé más tiempo esperando fuera de sus oficinas que hablando con ellos, porque no les cabía en la cabeza que una chica compartiera ideas sobre cómo operar mejor sus negocios”, añadió.
La tercera emprendedora mexicana a la que hoy me refiero es Mónica Flores Barragán, presidenta de ManpowerGroup Latinoamérica, empresa de servicios de capital humano. Tiene a su cargo un ‘staff’ de 3 mil 700 colaboradores y 350 mil empleados en 18 países de la región. En 2011 fue distinguida por el Senado mexicano como “Mujer destacada del año” y en 2016 el Instituto Mexicano de Contadores Públicos le otorgó el reconocimiento Mujer destacada del año de México y Latinoamérica en los negocios. Ha sido conferencista y panelista en el Foro Económico Mundial, en la Cumbre Global de Mujeres y en el Foro Mundial de Negocios, entre otros.
(Continuará la próxima semana)