La mujer está acusada de conspirar con otros para traficar personas y dinero, así como proporcionar granadas al CJNG; además de ella, dos hombres mexicanos enfrentan cargos por tráfico de armas en un tribunal de Texas
Este viernes, una mujer de 39 años se convirtió en la primera ciudadana mexicana en ser acusada en Estados Unidos por brindar apoyo esencial a una organización terrorista extranjera, informó el Departamento de Justicia estadounidense (DOJ, por sus siglas en inglés).
Se trata de María del Rosario Navarro-Sánchez, quien está acusada de conspirar con otros para traficar personas y dinero, así como proporcionar granadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización criminal que EUA designó en febrero como terrorista; así como a otros grupos criminales en Latinoamérica.
“El arresto de María del Rosario Navarro Sánchez debería enviar un mensaje claro a quienes deseen aliarse con grupos terroristas: serán buscados y sometidos a la máxima pena de la ley”, declaró Kash Patel, director del FBI, en un comunicado.
Navarro también fue acusada de “conspiración para contrabandear y transportar extranjeros en Estados Unidos, compra y tráfico de armas de fuego a través de testaferros, conspiración para contrabandear grandes cantidades de dinero en efectivo y conspiración para poseer una sustancia controlada con la intención de distribuirla”, añadió el DOJ.
Por ello, el organismo agregó: “El Departamento de Justicia agradece a sus aliados en las fuerzas del orden mexicanas”. En tanto que, dos hombres mexicanos, junto con Navarro, enfrentan cargos por tráfico de armas en un tribunal de Texas.
A principios de mes, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó la detención de esta mujer, a quien describió como una operadora del CJNG; esto, luego de un operativo federal en Jalisco.
Cabe señalar que las designaciones de terrorismo en Estados Unidos se han producido junto con una ofensiva del gobierno del presidente Donald Trump contra la inmigración, con la deportación de numerosos extranjeros a terceros países en Latinoamérica.
Con información de: El Economista