Con el objetivo de combatir al crimen organizado, 16 países de América Latina y el Caribe lanzaron una alianza centrada en proteger a las poblaciones vulnerables, fortalecer instituciones de seguridad y justicia, así como reducir mercados ilícitos
Este jueves, dieciséis países de América Latina y el Caribe lanzaron una alianza para combatir al crimen organizado, ya que cuesta a las economías regionales miles de millones de dólares anuales, dio a conocer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ilan Goldfanj, presidente del BID, afirmó que “el crimen organizado opera a través de las fronteras y exige una acción regional audaz y coordinada”. Además, agregó que “la Alianza para la Seguridad, la Justicia y el Desarrollo permitirá asociaciones estratégicas y la movilización de recursos”.
Cabe destacar que se centra en:
- Proteger a las poblaciones vulnerables.
- Fortalecer las instituciones de seguridad y justicia.
- Reducir los mercados ilícitos y flujos financieros.
Esta iniciativa promovida por el BID también cuenta con el apoyo de gobiernos, organizaciones, multilaterales y sociedad civil. Los países que la integran son: Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay.
Mientras que entre las organizaciones que se suman a esta propuesta están: la Organización de Estados Americanos (OEA), Interpol, la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Mundial y la Dirección de Investigación Antimafia (DIA), en Italia.
De acuerdo con un estudio reciente del BID, en 2022, los costos directos de la criminalidad alcanzaron el 3.44 por ciento del PIB de la región, lo que equivale al 78 por ciento del presupuesto público para educación y 12 veces el destinado a investigación y desarrollo.
Según un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando los homicidios incrementan 10 por ciento en un municipio su actividad económica cae aproximadamente 4 por ciento. Mientras que los homicidios aumentan cuando un país se ve afectado por un crecimiento avanzado, una inflación elevada o mucha desigualdad.
Con información de: El Economista