China informó que detuvo a un ciudadano extranjero que trabajaba para los servicios de inteligencia de Reino Unido y realizaba actividades de espionaje
El Ministerio de Seguridad del Estado de China aseguró hoy haber detenido a un ciudadano extranjero que trabajaba para el servicio secreto de inteligencia británico MI6 y que realizaba actividades de espionaje contra el país asiático.
Según un comunicado publicado en la cuenta oficial en la red social WeChat del Ministerio de Seguridad del Estado, el detenido, identificado solo por su apellido Huang y cuya nacionalidad no ha sido revelada, “dirigía una empresa consultora en el extranjero” y, en 2015, fue reclutado por el MI6, que estableció una “relación de cooperación de inteligencia” con él.
Desde entonces, el MI6 le ordenó entrar varias veces en China, “bajo una identidad pública”, para “recabar información sensible” para Reino Unido y “buscar personas para que el MI6 las captara”, según el organismo.
Pekín afirma que el MI6 también lo entrenó profesionalmente en inteligencia en Reino Unido y otros lugares, y le proporcionó equipos especiales de espionaje para comunicarse.
Tras una investigación, los órganos de seguridad de China descubrieron las pruebas de las presuntas actividades de espionaje de Huang y le aplicaron “medidas coercitivas penales”, informa el comunicado.
Acusaciones de espionaje
Según la institución, el sospechoso proporcionó al MI6 nueve secretos de Estado de nivel considerado “confidencial”, clasificado como el segundo de mayor importancia en el sistema de secretos oficiales chinos.
El pasado verano, el Ministerio de Seguridad del Estado pidió la movilización de “toda la sociedad” para “prevenir y combatir el espionaje”, y anunció una serie de medidas para “reforzar la defensa nacional” contra “las actividades de inteligencia extranjeras”.
China reformó el pasado abril su Ley Antiespionaje para incluir la “colaboración con organizaciones espías y sus agentes” en la categoría de espionaje.
Las investigaciones iniciadas en los últimos meses a consultoras y empresas extranjeras en China han sembrado la inquietud en el sector y en potenciales inversores foráneos.