Alejandro Alvarado fue separado de su cargo, pero además es investigado, al igual que otros funcionarios, por sus posibles vínculos con la irrupción en la prisión estatal
Autoridades mexicanas dijeron el martes que fue cesado de sus funciones el director de un penal en el norte de México donde el fin de semana se registró un violento motín que dejó 19 muertos, heridos y al menos 30 reos fugados.
La fiscalía del estado Chihuahua, donde ocurrieron los hechos, informó que Alejandro Alvarado, director del penal en Ciudad Juárez, fue separado de su cargo pero que además es investigado, al igual que otros funcionarios, por sus posibles vínculos con la irrupción en la prisión estatal.
“Personal operativo, administrativo y de otras áreas del Cereso (Centro de Readaptación Social) están sujetos a investigación, con el objeto de establecer quién o quiénes están involucrados en el ingreso de objetos prohibidos, omisiones (…) y autorizar actos que están fuera de la ley”, dijo la fiscalía en un comunicado.
El domingo, un grupo de hombres fuertemente armados a bordo de vehículos blindados llegó al penal en Ciudad Juárez y disparó a quemarropa contra custodios del centro penitenciario, lo que derivó la fuga de al menos 30 reos, entre ellos el líder de una organización criminal local.
El lunes por la noche, el gobierno de Chihuahua dijo que otras siete personas murieron durante dos enfrentamientos ocurridos en operativos para localizar a reos fugados y atacantes. Dos de los fallecidos eran agentes de la policía ministerial.
Tras los hechos, el gobierno federal también solicitó el traslado urgente de internos de esa cárcel que cuenta con una población de casi 4,000 personas, por arriba de su capacidad, de acuerdo a datos de autoridades de seguridad.
Con información de El Economista
