El grupo demográfico compuesto por jóvenes de 10 a 12 y 18 años, que ha crecido inmerso en un entorno digital, está marcando una diferencia significativa con otras generaciones a través de la forma en que se comunica, consume y se informa, explican los especialistas en mercadotecnia
Los especialistas en tendencias de los mercados infantil, juvenil y familiar han detectado una transformación emergente en los hábitos de consumo de productos, servicio e información, y en las relaciones sociales y familiares, que no había sido prevista y está impulsada por la denominada generación Alpha Zeta o Zalpha.
Esta generación está compuesta por jóvenes entre 10 a 12 y 18 años, que han crecido inmersos en un entorno digital. Sus comportamientos de consumo ya están influyendo en el mercado y en los modelos económicos y de negocio de las empresas, según los especialistas.
Este fenómeno emergente se extiende más allá de las modalidades de compra y de consumo digital y físico de los jóvenes Zalpha, señalan desde TMKF, agencia de mercadotecnia especializada en niños, familias y jóvenes.
“Este grupo demográfico también está remodelando las dinámicas familiares y la toma de decisiones dentro del hogar”, explica Miguel González-Durán, director de TMKF, quien describe, en una entrevista con EFE, las principales características de los jóvenes Alpha Zeta y las transformaciones que están impulsando.
Mezcla de dos generaciones muy potentes
Pregunta (P): ¿Cómo definiría a la generación Alpha Zeta o Zalpha?
Respuesta (R): Imagina un crisol donde se mezclan dos generaciones muy potentes. Eso son los Zalpha: un grupo híbrido, en plena formación, que abarca chicos y chicas entre los 12 y 18 años.
Son los hijos mayores de los millennials (nacidos aproximadamente en las dos últimas décadas del siglo 20) y los hermanos pequeños de los integrantes de la generación Z (nacidos aproximadamente entre 1997 y 2010).
P. ¿Qué los distingue de generaciones anteriores, como la Z?
R. Existe una gran diferencia. Mientras la generación Z recuerda el mundo previo a los ‘smartphones’, los Zalpha han nacido directamente conectados. Son nativos digitales puros y eso define su manera de aprender, comunicarse y consumir.
Ahora bien, su comportamiento y valores también dependen mucho del contexto donde crecen.
No es lo mismo un adolescente Zalpha en Estados Unidos que en América Latina o en Europa: los niveles de acceso a la tecnología, la educación o la libertad de expresión varían y eso matiza su manera de vivir lo digital y su sensibilidad social.
P. ¿Y de dónde surgen exactamente los términos Alpha Zeta o Zalpha?
R. Este concepto nace para describir esa zona intermedia entre la generación Alpha, la de los nacidos después de 2010, y la generación Z. No tiene un creador oficial, aunque en ‘márketing’, sociología y demografía se usa cada vez más.
La denominación de generación Alpha la acuñó el investigador australiano Mark McCrindle. Pero al ver que muchos Alpha mayores se comportaban como Z y viceversa, surgió la necesidad de reconocer este grupo demográfico “puente”, los Zalpha.
Hiperconectados, visuales, rápidos, sensibles
P. ¿Qué rasgos destacarías de esta generación?
R. Los Zalpha son hiperconectados, visuales, rápidos en sus consumos de información y sensibles a los grandes temas sociales. Aunque hay que entender que esto se vive de forma diferente según el entorno.
Por ejemplo, la preocupación por el cambio climático puede ser un tema dominante en Europa, mientras que en algunas regiones de Latinoamérica, donde el acceso básico a la tecnología todavía es desigual, la prioridad puede ser la estabilidad económica o la seguridad.
Así que, si bien los integrantes de esta generación comparten grandes valores globales, los matices locales (políticos, económicos y culturales) marcan claras diferencias en su forma de actuar y en cuáles causas sociales priorizan.
P. ¿Qué impacto están teniendo en el consumo y en el gasto familiar?
R. Aunque son jóvenes, influyen muchísimo en lo que se compra en casa: tecnología, ropa, viajes, alimentación, y todo ello comprando desde el teléfono móvil.
Ahora bien, su nivel de influencia real depende del contexto económico de cada país. Por ejemplo, en Estados Unidos o en Europa occidental, el gasto discrecional es mayor, lo que les permite a los Zalpha tener una voz más potente en la compra de productos de ocio o moda.
En cambio, en aquellos países con menos renta per cápita, su poder de influencia se orienta más hacia decisiones esenciales, como elegir una marca de ropa accesible o un dispositivo tecnológico con mejor relación calidad-precio.
También varían los canales que utilizan: en mercados desarrollados domina la compra en línea, pero en muchos lugares de América Latina o Asia, los mercados físicos tradicionales siguen teniendo un peso importante.
Influencia en los consumos y las familias
P. ¿Qué tipo de contenidos consumen los Zalpha en Internet y redes sociales?
R. El uso asiduo de TikTok, Instagram Reels, YouTube Shorts, eSports y videojuegos es uno de los patrones de consumo digital más común de esta generación. Sin embargo, la forma en la que consumen contenidos en Internet y las redes sociales también cambia según el entorno.
En países con acceso limitado a datos móviles o conexiones inestables, el consumo puede ser más selectivo o centrado en plataformas que permiten descargas fuera de línea.
En otros casos, las tendencias de contenido son muy locales: por ejemplo, mientras en Europa puede triunfar un reto global en TikTok, en algunos países de Latinoamérica o Asia dominan los desafíos o memes de identidad cultural local.
Además, la confianza en los ‘influencers’ varía: en mercados más pequeños o emergentes, los ‘microinfluencers’ tienen un peso aún mayor porque se perciben como cercanos y accesibles.
P. Y dentro de la familia, ¿cómo están cambiando las dinámicas?
R. La transformación es global, pero los matices otra vez dependen del contexto. En sociedades más conservadoras o tradicionales, los Zalpha pueden encontrar más resistencia a cambiar las normas familiares o a introducir debates sobre igualdad o sostenibilidad.
Por otra parte, en sociedades más abiertas, es habitual que lideren esas conversaciones e incluso influyan directamente en cambios de hábitos.
En todas partes son los “consultores digitales” del hogar, pero no en todos los hogares tienen el mismo poder de decisión.
En aquellos hogares donde hay mayor acceso económico y educativo, los padres suelen valorar más sus opiniones sobre compras tecnológicas, ocio o viajes. En otros contextos, su papel puede ser más limitado o tener que adaptarse a dinámicas familiares más jerárquicas.
P. ¿Qué puede añadir a modo de conclusión sobre este grupo demográfico emergente?
R. En definitiva, los Zalpha comparten rasgos globales como el dominio de lo digital, la preocupación social y el consumo visual.
Sin embargo, su comportamiento y su impacto real siempre deben analizarse considerando el contexto cultural, político y económico de cada país. Entender esos matices no es opcional: es clave para conectar de verdad con ellos.