Con una trayectoria de más de tres décadas, la actriz italiana sigue desafiando las expectativas y redefiniendo su imagen, convirtiéndose en un referente no solo por su belleza, sino por su talento y su compromiso con el arte
La actriz italiana Monica Bellucci llega a los 60 años en un momento en que su carrera en la industria cinematográfica está más activa que nunca.
Bellucci debutó en la televisión italiana en 1991, con la miniserie “Vita coi figli”, y ese mismo año dio el salto al cine con “La riffa”, un drama que comenzó a posicionarla en la industria cinematográfica de su país. No obstante, su primer papel de relevancia internacional llegó en 1992, cuando participó en “Drácula de Bram Stoker”.
En 1996, le llegó la nominación al Premio César como Mejor actriz revelación, por “The apartment”. Con la llegada del nuevo siglo, Mónica Bellucci alcanzó una mayor prominencia internacional con su interpretación de Malena (2000), en la película homónima de Giuseppe Tornatore. Este drama italiano erótico, ambientado en la Segunda Guerra Mundial, la catapultó como un símbolo de belleza y sofisticación, granjeándole admiración por su capacidad para transmitir emociones con pocos diálogos.
El mismo año también protagonizó el ‘thriller’ estadounidense “Under suspicion”, junto a Gene Hackman y Morgan Freeman, afianzando su presencia en Hollywood. A principios de los 2000, Bellucci siguió consolidándose con papeles destacados en películas como “Brotherhood of the wolf” (2001), “Asterix & Obelix: Misión Cleopatra” e “Irreversible”. Además, se unió a grandes producciones de acción como “The matrix reloaded” y “The matrix revolutions” (2003), interpretando a Perséfone.