Si crees que puedes suponer cómo siente el dolor otra persona, te equivocas: no habría manera de averiguarlo, porque cada uno de nosotros tenemos diferentes sensores y experiencias
Dra. Sofía Pérez Pavón Vela
Creadora del método y’u® con maestría en Medicina del Sueño
¿Qué es el dolor? Es una sensación desagradable, subjetiva y compleja provocada, de manera integral, tanto sensitiva como emocionalmente.
¿A qué se refiere esta definición? A que si crees que puedes suponer cómo le duele algo a otra persona, te equivocas: no habría manera de averiguarlo, porque cada uno de nosotros tenemos diferentes sensores y experiencias.
El cerebro recibe la señal de los sensores y emite un juicio respecto a las experiencias que has vivido y a qué tan peligroso percibe que es o no; es entonces cuando este emite la señal para que tú sientas dolor y actúes o te inmovilices rápidamente, ya sea para prevenir una lesión o no empeorar, e incluso prevenir la muerte. Es un perfecto sistema de alarma para lograr la supervivencia. Y hay que hacerle caso.
Vamos a hablar de ello en español, para que cualquier persona pueda entender para qué necesitamos sentir dolor y cómo combatirlo desde su verdadera causa. Tengo que empezar de la siguiente manera:
– Si sientes algún dolor, debes librarte de él; si es crónico (más de tres meses), métete en nuestras redes sociales @metodoyu para aprender más de lo que vamos a enseñarte o puedes venir a consulta (agenda al 442-258-0597).
– Hay que cambiar el chip. La mayoría de las lesiones o dolores vienen de un movimiento repetido, de un trauma, o de algo que no esté funcionando en algún órgano o una parte interna de tu cuerpo.
– Sabrás cuando es de urgencia: en casi todos los casos tu cerebro lo manifestará de muchas maneras.
¿A qué me refiero en lo subjetivo? La misma lesión cambia por completo en dos personas diferentes y esto es por ese juicio con base en las experiencias. Por ejemplo, si a ti de bebé te mordió un perro y te dolió mucho, si te llega a morder otro perro cuando seas mayor, comúnmente va a disparar esta mecánica a toda potencia; incluso si no fue a ti a quien le pasó sino a alguien cercano, pasaría algo parecido: ya tienes una predisposición o un antecesor.
1. Existen muchos tipos de dolores, pero lo que hoy quiero que sepas y te lleves es cómo, a través de algo tan sencillo como mecerte o tocarte, puedes concentrarte en todos. Se oye, se ve y se siente como las olas continuas y fluidas.
Para calmar mucho el dolor e incluso curarte, en y’u usamos personajes animados y siempre a través de al menos tres sentidos. Por ejemplo: ponte de pie.
2. Tápate una oreja y escucha tu inhalación durante tres segundos mientras te imaginas que una ola de mar va a la profundidad; al exhalar, hazlo por nariz y escucha durante tres segundos cómo la ola truena suavecito en la playa. Repítelo varias veces mientras tu cuerpo se mece como si verdaderamente fueras agua. Déjate llevar. Concéntrate en que siempre suene.
3. Ahora concéntrate, sigue haciendo lo mismo, pero escúchalo a través de tu tacto, con tu manita en donde más se infla y desinfla tu cuerpo, sigue escuchando la marea que va y viene.
4. Visualiza las olas y píntalas de colores, ve la arena y ahora hazlo con los tres sentidos.
Hazlo al menos tres veces al día, pero si puedes cambiar tu hábito que cada vez que estés en dos pies, sientes, escuchas y ves al mar y te mueves naturalmente en un mecimiento, se distribuyen las cargas, los nociceptores (los que le dicen al cerebro que algo no está bien) perciben diferente y entras a un estado parasimpático, lo que te ayuda a regenerar; no solo sentirás menos dolor, también te estás curando. Si persiste el dolor, acude con tu médico.