En medio del duelo entre las selecciones de Portugal y Uruguay, un aficionado invadió la cancha de Estadio Lusail con la bandera arcoíris para reivindicar los derechos de la comunidad LGBITQ+ en Qatar
Pocos minutos después de haber iniciado el segundo tiempo del juego entre Portugal y Uruguay, un aficionado invadió la cancha del Estadio Lusail con la bandera arcoíris, la cual representa la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Fue al minuto 51 de tiempo corrido, cuando el hombre irrumpió en el terreno de juego mientras se disputada el partido entre las selecciones portuguesa y uruguaya, pertenecientes al Grupo H de la Copa Mundial de Futbol Qatar 2022.
Además de llevar la bandera multicolor, el fanático portaba una camiseta con el logotipo de Superman; la playera también lucía las leyendas ‘Save Ukraine’ (“Salvar a Ucrania”) en la parte frontal y ‘Respect for iranian woman’ (“Respeto para las mujeres iraníes”) en el reverso.
La primera invasión de cancha en lo que va del torneo mundialista tiene como telón de fondo la ilegalidad de la homosexualidad en la nación árabe, la invasión militar de Rusia sobre Ucrania y las protestas de las mujeres contra el régimen teocrático de Irán.
Luego de correr por la cancha del estadio más grande de la justa mundialista en territorio catarí, el aficionado fue perseguido por elementos de seguridad privada y de las fuerzas policiales.
Mientras el espontáneo corría sobre el césped del Estadio Lusail, la bandera arcoíris cayó al suelo; por su parte, el fanático fue detenido por los agentes de seguridad y retirado de la cancha.
Al mismo tiempo, la bandera multicolor fue levantada por el árbitro central Alireza Faganhi, quien es originario de la República Islámica de Irán, donde la homosexualidad se castiga con la pena de muerte.
Desde 2010, cuando la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) concedió a Qatar la sede de la Copa Mundial de Futbol 2022; organizaciones no gubernamentales, activistas, medios de comunicación y gobiernos criticaron dicha decisión.
En el pequeño, pero rico país árabe la homosexualidad se castiga hasta con siete años de prisión, ya que todas las relaciones sexuales extramaritales están prohibidas -incluidas aquellas entre parejas del mismo sexo- por el artículo 285 del Código Penal
