En la Sierra Gorda queretana han adoptado la regeneración forestal como una alternativa de desarrollo económico; esto, a través del programa Sello Querétaro, en el cual los dueños y ejidatarios reciben un pago a cambio de cuidar los bosques
El ejido de Tejamanil, que está dentro de la Sierra Gorda de Querétaro cuenta con mil 300 hectáreas, de las cuales 500 forman parte del Sello Querétaro un programa de conservación forestal impulsado por el Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG) en colaboración con el gobierno estatal, en el que los dueños y ejidatarios de estas tierras reciben un pago a cambio de cuidar su bosque.
Se calcula que una hectárea de bosque en Tejamanil captura tres toneladas de CO2 al año, lo que significa que mil 500 toneladas de CO2 son capturadas anualmente. En 2024, los ejidatarios de Tejamanil recibieron 380 mil pesos por el cuidado de sus 500 hectáreas de bosque, los cuales, una vez solventados los gastos, se repartieron entre los 54 ejidatarios, “50 mil pesos los usamos para hacer las brechas cortafuego, 20 mil para las labores de recorridos y 3 mil para un teléfono, con el que registramos las bitácoras”, platicó Ismael Aguas García, comisariado de Tejamanil.
Cabe señalar que el convenio establece que se deben realizar acciones que favorezcan la regeneración, como mantener los caminos limpios y libres de actividad humana como turismo, el uso de vehículos, infraestructura, agricultura, ganadería, quemas controladas y la extracción de árboles vivos o muertos.
La principal tarea de los ejidatarios es la vigilancia para evitar que estas actividades se realicen en sus terrenos, los cuales están georreferenciados e integrados en un expediente que confirma que los ejidatarios representan la autoridad sobre la tenencia de la tierra; cada año el bosque es evaluado por expertos y si está conservado, se otorga el pago.
Salvador Sarabia Rivas del Grupo ecológico, dijo: “Eso es lo bonito, que son guardabosques en sus propios territorios”, porque la comunidad es libre de ejercer los recursos como mejor lo determinen; también se les sugiere que inviertan en herramientas que sostengan el cuidado del bosque, como mantener los caminos limpios, ya que en caso de incendio permiten una acción rápida, “si una parte del bosque se incendia, al otro año ya no se la pagarán”.
La conservación como forma de vida
Agregó que “hoy en día, no es una forma de vida dedicarse únicamente a la conservación, los ingresos son adicionales”, los habitantes tienen otras actividades económicas e ingresos como las remesas, “el escenario ideal para la Sierra Gorda sería valorar la tierra y el bosque de tal manera que sea una forma de vida, como sucede en Costa Rica, donde una persona puede decir que se dedica a cuidar su bosque porque ya paga muy bien, ojalá algún día lleguemos a ese punto”.
Por su parte, Ambrosio García Aguas, tesorero del ejido de Tejamanil, mencionó que “otros ingresos de la comunidad vienen de trabajos en la minería, por ejemplo, este programa es muy bueno, a diferencia de otros, que nos obligaban a destinar todo el recurso al bosque y ya no quedaba nada para el beneficio de los ejidatarios. Con el programa de la Sierra Gorda podemos proteger el territorio y también repartir recursos, como el pago por nuestro trabajo”.
El pago por su trabajo de 2023 se realizó a finales de 2024 y permitió que 298,000 pesos fueran repartidos entre los 54 ejidatarios; mientras se encaminan al pago por su tercer año de labores como cuidadores de la Sierra Gorda.
En tanto, la mayoría de los hijos de los ejidatarios en Tejamanil trabajan en Querétaro, Ciudad de México, Guanajuato o en otros estados, por lo que las remesas facilitan este trabajo, “uno se queda a cuidar, pero no sacamos la madera, y si los árboles se caen, los dejamos que se degraden. No queremos ni turistas porque dejan basura”, relató el tesorero.
Es de destacar que en nueve años, la Sierra Gorda ha pasado de un 30 a un 80 por ciento de regeneración forestal, creando un oasis para la fauna silvestre como jaguarundis, linces, aves y venados cola blanca. A diferencia de un área natural protegida, el Sello Querétaro permite que los dueños y ejidatarios conserven sus tierras obteniendo un pago por ello sin tener que modificarlas.
